Los ingenieros advirtieron este martes de que la Comunidad Valenciana asiste a un “proceso de desindustrialización atroz”. Solo queda una verdadera empresa con capacidad de tracción, la planta de Ford en Almussafes, y el resto del sector está configurado por una constelación de pymes que debe incrementar su “profesionalización” e “internacionalización”, afirmó ayer el decano del Colegio de Ingenieros Industriales, Miguel Muñoz. La entidad presentó el primer observatorio de la industria. Una encuesta a 275 colegiados en la que se radiografía una profesión que, pese a la crisis, convive con una tasa de paro del 6,9%, muy inferior a la del conjunto de la Comunidad Valenciana (27,9%).
Los encuestados dan una pobre nota a la economía española (3,6 sobre 10) y aún peor a la valenciana (2,8), aunque creen que las cosas se habrán recuperado dentro de tres años. Tienen una mala concepción de las políticas económicas (3,7), de las laborales (3,5), y de las fiscales (3).
Los principales problemas a los que se enfrentan sus empresas son el bajo nivel de I+D+i, el acceso a la financiación —pese a que un 78% de quienes dicen haber pedido un crédito para el negocio lo ha conseguido—, el funcionamiento de la Administración, el coste de la energía u las materias primas y la deuda pública.
El sondeo echa por tierra algunos mitos. Por ejemplo el de que las empresas viven de espaldas a la universidad. El 37% de los encuestados responde que su empresa ha contratado con la universidad, y el 30% que ha tenido relación profesional con algún instituto tecnológico. La transferencia de conocimiento ha sido mejor con estos últimos (5) que con la universidad (4,2). El 21% de las empresas ha registrado, además, al menos una patente.
Los ingenieros reconocen el esfuerzo tecnológico de sus empresas, que es valorado con un 6,3%. Entre las grandes actividades del oficio la tecnología alcanza mejor nivel en el ámbito “metalmecánico, metalurgia, maquinaria y fabricación de material”. A continuación se sitúa “automóvil”. Los ingenieros sitúan en los últimos escalones tecnológicos “consultoría” y “Administración pública”. El juicio es mucho más severo cuando se trata de valorar las políticas de gasto público en investigación, desarrollo e innovación, que alcanza un 3 sobre 10.
El decano y el coordinador del observatorio, David Rodero, subrayaron la gran importancia que el colectivo da al corredor mediterráneo, la principal infraestructura para la Comunidad Valenciana. Los ingenieros la valoran con un 7,8. Sorprende, sin embargo, que junto a esa respuesta el 46% opina que el corredor no tendrá impacto en un aumento de las exportaciones valencianas y otro 24% no tiene una opinión al respecto. Un 17% cree que el incremento en las exportaciones como consecuencia del corredor ferroviario sería de dos dígitos.
Financiarse no es fácil, según la encuesta: el 22% de los ingenieros afirma que su empresa lo hace a un interés superior al 5%. Antes de que empezara la crisis, solo estaban por encima de esa frontera el 6% de las firmas. El mayor obstáculo que se encuentran las sociedades para obtener préstamos, además del coste del crédito, es el pequeño tamaño de la empresa y el hecho de carecer de avalista.
El 42% de los encuestados considera que su empresa está lista para exportar. . Prácticamente el mismo porcentaje (39%) que ya lo está haciendo.
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